Cómo mejorar tu postura en el trabajo

Aumenta tu bienestar laboral conociendo las mejores posturas

Cómo mejorar tu postura en el trabajo debería ser una de las primeras preguntas que te hagas. Es normal que después de una larga jornada laboral, te sientas cansado y fatigado. Probablemente al llegar a casa hayas sentido dolores de espalda, de cuello, de pies y de piernas. Es importante que localices las molestias que puedas sentir para poder identificar el problema, aunque sin necesidad de indagar mucho más, te podemos asegurar que esos molestos dolores tienen mucho que ver con las posturas que adoptas al caminar, tanto en tu trabajo como fuera de él.

Existen dos maneras acentuadas de caminar:

• Talón – Punta
• Punta – Talón

CAMINAR TALÓN – PUNTA

Andar y apoyar primero el talón seguido del metatarso ocasiona un impacto a la cadena de huesos que finaliza en el talón. Caminar de este modo apenas requiere esfuerzo, pero genera dolores espinales y articulares.

Este modo de caminar puede ocasionar, después de largas caminatas, dolores de espalda.

CAMINAR PUNTA -TALÓN

Sin embargo, este movimiento que consiste en apoyar la punta del pie, siendo los dedos lo primero que toca el suelo finalizando el movimiento con el talón, hace que el cuerpo amortigüe la pisada, minimizando el impacto que reciben los huesos del talón y del tobillo.

Por lo tanto, te recomendamos probar esta última modalidad. Además, esta forma de caminar resulta beneficioso para la salud de los ligamentos, los tendones y las articulaciones, ayudando a tonificar la musculatura.

3 consejos para mejorar tu postura

Una vez conocemos cuál es la postura correcta para caminar debemos tener presentes el seguimiento de un conjunto de pautas que nos ayudarán a mejorar nuestra postura en el trabajo y evitar posibles dolores o lesiones.

• Compensa el peso: si tu empleo te exige usar la fuerza, nuestro consejo es que a la hora de coger peso abras un poco las piernas para que repartas el peso. Si te apoyas más en un lado porque para ti es más cómodo o porque es necesario para llevar a cabo tu función, recuerda cambiar frecuentemente de apoyo, así reducirás la tensión en lumbares y espalda. Para no recargar el cuerpo, de vez en cuando, camina unos pasos y agáchate.
• Usa calzado cómodo: utiliza zapatos de seguridad apropiados para desempeñar tu trabajo. Es fundamental que elijas un calzado con las tecnologías correctas. Recuerda:

1. Escoge bien la talla.
2. Calzado flexible y que permita bien la transpiración, pero que proporcione el suficiente agarre en el talón.
3. La plantilla debe ser acolchada y la suela, antideslizante.
4. La ligereza del zapato es un punto a favor para reducir la fatiga.
5. Determinar los periodos de descanso: estos descansos deben aprovecharse para variar de posturas.

Ten en cuenta que el zapato que elijas debe darte la movilidad adecuada en los dedos del pie. Un calzado con la punta demasiado estrecha causa fatiga y dolor. Si trabajas sobre superficies duras, usa plantillas suaves que amortigüen tu contacto con el suelo.

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• Al coger peso: acércate a la carga y, con los pies separados, dobla las rodillas al inclinarte y haz fuerza con las piernas nunca con la espalda. Coge el peso no solo con los dedos sino con toda la palma de la mano. 

Sabemos que adquirir nuevos hábitos lleva tiempo. Una nueva forma de andar y de trabajar no se consigue de la noche a la mañana, pero si te esfuerzas y lo tienes presente, podrás notar las mejoras durante tu jornada y después de ella. Recuerda que el uso de unas buenas zapatillas amortiguantes, que te ofrezcan flexibilidad y una buena sujeción, se convertirán en tus verdaderos aliados.

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